A cada uno de los hombres que movieron mi vida por H o por V, les doy una canción. Y esta es la lista.
Quién me dio la vida, el amor por el conocimiento, y el odio por su absurdo e inmaduro comportamiento, se llevará siempre Galletas de La Casa Azul. Porque, no se si sabes, que ya no te quiero, que ni siquiera te echo de menos y aunque tu creas que he perdido el tiempo, he construido un gran mundo en un rayo de sol.
Eres el hijo que nunca tendré, y por eso pase lo que pase, siempre te voy a querer. Para mi Héctor, la mejor nana del mundo de Miguel Hernández y cantada por Serrat. Hazme un favor, Alondra de mi casa, ríete mucho. Es tu risa en tus ojos, la luz del mundo.
¡Qué le voy a hacer si el pasado nunca vuelve, Alex! Tenía que ser para él Toda la noche en la calle, de Amaral. Y es que, ahora me quiero reír.
Puedes contar conmigo (hoy, mañana y siempre) es para mi americano favorito, porque no quiero ganar, ahora eso que más da. Y hoy solo quiero creer que recordarás, las tardes de invierno por Madrid. Porque nunca hubo maldad, solo ingenuidad, pretendiendo hacernos creer, que el mundo estaba a nuestros pies. Y muchas cosas más, que tú ya sabes.
Ya lo dije alguna vez, Nena Daconte me recuerda tremendamente a Marco. Y es que tu viste esa inesperada sensación la de estar sola con tanta gente alrededor ¿Por qué me recuerda tanto a Bilbao? Bueno, Las malditas Golondrinas para tí querido.
Nadie como tú. Y aún, a día de hoy, nadie. Tienes ese don de dar tranquilidad, de saber escuchar, de envolverme en paz. A mi mexicano favorito, a mi ángel de la guarda, a Néstor le dejo esta perla de La Oreja.
Empiezo a no dar nombres para no desvelar secretos. A mi chico del tren, que dejo de ser del tren con rapidez. Tú sabes que en nosotros hay demasiadas casualidades, simplemente no lo quisiste ver, aunque quizás lo hubieras visto si fuera más guapa, y un poco más lista, si fuera especial, si fuera de revista. Lo nuestro siempre será un eterno Jueves.
Cada vez me que dices hola parece la primera vez. ¿Quieres venir al centro a tomar café? Hoy va a ser el mejor día de mi vida (si tu estuvieras por mí lo sería). Todo tan Casa Azul. Lo dejo ahí.
Tu y yo, y eres el último de esta breve lista, compartimos todo. Compartimos la cuerda del reloj, las campanitas mágicas, el día menos pensado, el record del mundo en querernos, la carita empapada, las rosas (porque ya sabes que me encantan esas cosas, que no importa si es muy tonto, soy así), la esperanza que dice "quieta, hoy quizás si", las excusas que ni tú entendías. Pero tú y yo, sobretodo compartimos el beso (¡muack!).