Crónica de una mentira

"Mientes". Retumba en su cabeza. Una vez fue un gran mentiroso. Otra, el más sincero. Con el tiempo descubrió que no miente sino que se esconde cual cobarde, y que no dice la verdad, sino que brota de su boca de forma constante porque no es capaz de estar callado, porque necesita decir algo.

"No miento" es lo que pasea en su cabeza a cada momento. Es así. Quiere sin querer y ella lo tiene que saber. No le prometió nada. Bueno, sí, pero nada que no sea cierto. No le prometió amor profundo y eterno. No quiere prometerlo, porque eso si es una gran mentira. No quiere quererla sin tenerla, ni por él ni por ella, no quiere que su vida sea un "quizás". Él solo busca ser cabal. Y el amor no lo es.

La gente si que miente. Justifican el movimiento de su universo con la excusa de que no controlan sus sentimientos. No es cierto, igual que se controlan los enfados, se puede controlar el estar enamorado. Y él se hartó de amar. Lo suficiente como para no querer hacerlo más. Cuando siente que el sentido se pierde, planta su orgullo como muro.

Una relación no sostiene un corazón. No es la solución a todos los males del planeta. No hay que vivir con ella de forma eterna. Él está bien con su negro, con su solo, con su viento, con sus pequeños momentos. Lo demás es un aderezo que no tiene porque ser eterno. "Yo no le miento".

Canción madrileña

He pisado mi asfalto y hacía calor. Pero me daba igual. Yo no me siento española. Ni madrileña de comunidad. Ni de mi barrio. Ni de mi pueblo. Me siento de mi ciudad, que es ciudad de muchos de muchas partes del mundo. Madrid, Madrid, Madrid... Yo me río (de felicidad) en las calles que salen en este video: