Mudanza

Tiroriri....

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10 cosas que me aburren soberanamente

1. Hacer trabajos que no valen para nada sabiéndolo desde el principio.
2. Coquetear en busca de algo más.
3. Las dietas.
4. Los gimnasios.
5. Conducir a 110 km/h.
6. No poder dormir.
7. Cocinar para comer y no para pasarlo bien.
8. Llamar a teléfonos de atención al cliente.
9. Gente que solo habla de su persona y de como los demás no valen nada.
10. Los médicos.

En tiempos de crisis...


... hay gente que sabe latín.

Chanson française

Me gusta Carla Bruni. Su marido no. Pero ella tiene unas letras... como esta:



Qué bien suena en francés. Y Carla dice cosas que yo también escucho. Mais ma jeunesse me regarde sévčre, Elle me dit: "Qu'as-tu fait de nos nuits? Qu'as-tu fait de nos nuits d'aventure?".

Cronica de un secreto

Él es transparente. Ni cuando se quiere esconder puede. Lo odia y quiere ser oscuro, como su amado negro, verse protegido y nunca al descubierto. Pero no puede. Y se sorprende cuando los demás si. Se sorprende de durante cuantísimo tiempo se ha podido guardar un secreto.

Se siente traicionado por aquello que le ocultaron. Y en el fondo, se siente inmensamente solo al creer que un secreto es falta de cariño y confianza. Quizás no, pero así lo siente su corazón. Siente que todo ha cambiado, no por lo que fue revelado, sino por el modo de ocultarlo. Se siente ciego.

Y tampoco entiende cómo y porqué. Y quiere entender. Quiere no estar solo, quiere estar con él. Se pregunta una y otra vez si quiere estar con él. Si es eso lo que pasa. Pero sabe que no, pasó. Mas por alguna razón, como siempre, los ojos se le humedecen sin más. Se contiene, siempre se contendrá. En eso se basan los secretos. En contención.

Paris



Paris est élevé (alto).


Paris est le sol (suelo).


Paris est de couleur (de colores).


¡Paris est en blanc!



Je t'aime de mille manières. Et c'est le début.

Cronica del romanticismo

Había un plan. Y luego otro. Y otro. Realmente, su vida empezó con planes. Pero ya no. Dejarse llevar mola más. Así que el, se deja llevar. Camina con pasos de baile porque es lo que le sale. Le sonríe a la luna porque la quiere con locura. Y el resto dejo de importar.

Se hizo dulce porque le gustaba el chocolate. Se hizo picante porque necesitaba adaptarse. Se hizo ver porque de otra forma no podía ser. Y puede que eso ahora le este en contra, pero no importa. El mundo no empieza ni termina en una cama vacía.

Las hojas del otoño le caen heladas en la cabeza mientras el se enamora de sus caderas. Pisa blanco encantado, pensando en lo mucho que le gusta el suelo congelado. Él, siempre tan caliente, sabe que más calor le sofoca y por eso ama el invierno.

Y después de tanto invierno, no se imagina una primavera. La ve rara, demasiado tonta y enamorada. Se sabe cuidar a si mismo como nadie y por eso prefiere ese nadie. Y si alguna vez aparece alguien tendrá que entenderlo. Él es demasiado uno para ser dos.