¿Tiene sentido?

Llevo varios meses medio perdida. Quién me conoce muy bien sabe que yo vivo en la Luna, que tengo un millón de sueños y que en los tiempos de crisis (cómo este terrible año) me ato a ellos como a un clavo ardiendo. Siempre me digo que todo pasará, que ya vendrán tiempos mejores, que hay pequeñas y maravillosas cosas por las que merece la pena luchar. Y eso, es lo que les digo a los demás cuando se sienten mal.

Pero como el día que te dicen que Papá Noel no existe, un día abrí los ojos y me di cuenta de que soñaba de más. Y desde entonces, camino sin rumbo, vivo por vivir y; a pesar de que disfruto de los momentos buenos; creo que mi futuro es terriblemente negro. Leía el otro día un artículo de El País sobre mi generación que lo define perfectamente.

Os hago un breve resumen. Generación ni-ni, ni estudia, ni trabaja y que se enfrenta al riesgo de tener un peor nivel de vida que sus padres. Generación sin ilusión y sin proyectos, generación que no quiere hacer nada porque cree que no servirá de nada, que aquello que estudie no les será útil, que el trabajo que hay es una basura y que, citando la mejor parte del artículo "A los jóvenes no les resulta emocionalmente rentable comprometerse en un proyecto de vida definido porque piensan que estaría sometido a vaivenes continuos y que difícilmente llegaría a buen puerto."

Y me sentí perfectamente definida ahí. Veo a la vida dar tantas vueltas que me intriga si vale la pena soñar con algo. Si vale la pena planear cuando los planes se irán a paseo. Durante toda mi vida he ido descartando cosas que no haría porque no me gustaban o no tenía capacidad para ellas, y mis opciones actuales no pintan nada bien. Y cada vez más oigo a la gente decirme "tu acabarás así" (sustituir "así" por esas cosas que detestaría terminar haciendo, por muy dignas que sean). Mientras lo oigo voy buscando la soga para colgarme.

¿Porqué no puedo recuperar mi bello futuro? Por el momento, y a modo de conclusión positiva, ayer me di cuenta de que mi futuro definitivamente no está en España. Y no porque el trabajo sea malo, las casas caras, las carreras feas. Porque aquí nunca seré lo bastante libre como para vivir a mí modo. Latinoamérica, ve haciéndome sitio.

Gorda - Conclusión

Retomo la entrada porque no me quedé agusto con el cierre. El que sea nuevo, que sepa que hay una y dos entradas más sobre este tema. Y hoy, que nosédónde hable de esto, pues voy a cerrarlo del todo. Como pequeña introducción: estoy gorda (no lo neguéis, que yo lo sé), se han metido conmigo por ello (en especial familiares y amigos), ir de tiendas es una tortura china, he hecho dietas con las que adelgacé, las abandoné, también hice ejercicio, también lo abandoné; como lo que quiero y cuando quiero, podría comer menos (como más que muchos, ciertamente), pero tampoco me paso la vida comiendo y desde luego pienso en mil cosas antes que eso.

Me siento gorda normal, mi vida es como la de cualquier otra persona de mis características. La diferencia es que yo pienso de más y no puedo soportar pasar toda la vida jodida (con perdón) por una cosa. Y la cosa, en este caso, es el peso. Que desde los diez años tu familia te diga que estás gorda y debes adelgazar marca. Que a los 15, muerta de ganas de dejar de ser el patito feo hagas una dieta creyendo que acabarás top model y la abandones tras cuatro meses porque necesitas comer algo rico de una maldita vez y lo necesitas ya, marca. Analizar anuncios, productos, vidas de todas las mujeres que te rodean y se creen gordas cuando no lo son, marca.

Un día, se te enciende la bombillita, y te das cuenta de que todo es un circo. De que ser gorda mola, de que las tres gracias son mucho más sexys que cualquier modelo y tú también. Así que mandas a paseo a tu familia, a tus amigos, a las tiendas y a la sociedad. Lo tendré chungo, pero al menos no voy a perder mi tiempo intentando cambiar algo con lo que nací. Tengo muchas otras más y mejores que hacer.

El retrovisor de la ventana mi casa


No es mi casa, pero ya me gustaría, porque así al menos sabría que pinta ahí un retrovisor de coche (a saber que cuando hice la foto había unas niñas en el portal que nos miraron raro por hacerla).

Europa vota, no seamos menos

¡Qué insensatez no preocuparse por Europa! Yo, con mi corta edad, no soy hija del franquismo, sino de la Unión Europea. Ya dije alguna vez que no me siento nada española, y si muy europea.

Europa nos trajo el euro, que creáis o no va mucho más allá de un cambio de moneda, es un cambió de política económica. Europa, con sus increíbles fondos y subvenciones, nos trajo el desarrollo. Trajo unidad, trajo una nueva forma de enfrentarnos a los retos del futuro.

Que no os engañen, el parlamento europeo decide y mucho. Controla el presupuesto, las leyes y las comisiones. En el parlamento europeo es donde te puedes hacer oír más allá del gobierno, pues tu voto está ahí.

Europa importa, Europa vale mucho, Europa es nuestro futuro, y es esencial que nos preocupemos por Europa. Los políticos que hagan lo que quieran, somos nosotros quienes tenemos el derecho y la obligación de cambiar las cosas. Da igual lo que votes, pero hoy, hay que votar por Europa.

Arte

Quizás hice esta reflexión en algún momento, pero como preparo mi examen de mañana de Literatura me sale del alma comentarlo de nuevo.

Me encanta estudiar autores. A pesar de que será raro que termine alguna de las lecturas que me mandan, y a pesar de que alguno que otro es un pelín infumable, me encanta. Me encanta que me cuenten a que viene esta historia, a que viene ese capítulo, a que viene esa frase y a que viene esa palabra.

Es maravilloso ver como James Joyce se adentra en la mente de su personaje, a pesar de que logra crear un texto tan incomprensible. Es increíble como lo que parece una nota en la nevera realmente no lo es. Y descubrir en significado oculto de las palabras modernistas y románticas en Rubén Darío y Bécquer. Averiguar porque la princesa tiene la boca de fresa, porque las oscuras golondrinas volverán.

Cada uno busca la forma de salir, de resurgir entre las palabras, de ser alguien, de nacer, de expresarse. No soporto a Galdós, pero ese hombre tenía un millón de cosas que decir, y las juntaba todas en descripciones infinitas, que creaban el ambiente perfecto. El Quijote es tremendamente largo y pesado, pero Cervantes caricaturizó cosas que aún hoy están vigentes. Detesto que se crea que la rima es algo calculado, cuando sale del corazón. Las metáforas son como secretos del alma que deseamos gritar a viva voz, pero no podemos hacerlo, quizás porque son demasiado íntimos o quizás porque son censurables. Y no hay cosa más mágica, que desvelar un tesoro oculto desde hace más de 100 años... Pero eso, es otra historia.