"¿Qué hay de ti?" Entre la negrura, ella lo pregunta.

¿Qué hay de él? Él quería todo. Ahora no quiere nada. Quizás un abrazo. Uno de esos largos, que duran para siempre. O uno de esos fuertes, que matan y agreden. Ha perdido la fe. ¿Se puede vivir sin querer? No tiene nada, ni lo tendrá. Ha dejado de ser una novedad. ¿La envidia, la más sana, también mata? Tanto para mirar y tan poco para tocar. Pasarán mil años y nada cambiará. Esto no cambia. ¿Acaso le vendieron mal el cuento del Patito Feo? ¿Cuándo va a terminar esto?

Hoy sonríe, mañana también y no hay más. Notas de música decoran su mañana y nubes de colores lo hacen por la noche. En medio, burbujas, rimas y frases ingeniosas. Lo relevante deja de serlo cuando vives tanto sin ello.

"De mi no hay nada" Es aburrido escuchar siempre las mismas palabras. A las princesas no hay que torturarlas con dramas.