Faldas cortas, tacones altos y escotes marcados le miran como preguntando. "En eso no estaba pensando" deja atrás su vena lujuriosa y descubre una belleza rota creada por hacer del placer un trabajo obligado, obsceno y falto de respeto.

Alguien compra oro y parece que desea que el resto lo sepa. Todo es barato y huele a plástico condensado. Los acentos mezclados son un nuevo dialecto. El Sol quema, el dong del reloj atormenta. A la ballena no se la lleva la marea. Entre tanto mundo es imposible no quedarse mudo y más difícil aún es descubrirse.

Aquí el negro es un escudo y la sonrisa una espada. En medio de este todo que le parece tan nada busca una mirada. Aguja en pajar, ¿dónde estás?