La conozco desde hace bastante, pero no deja de encantarme, de meterse en mi cabeza y bailar en ella, de marcarme el ritmo, de darme ganas de cantar, de seducir, de provocar. En gran parte es eso, el ritmo, pero no se puede negar que es también ella, que besó a una chica y le gustó. Cuanta razón tiene en todas sus alabanzas al cherry chapstick, a la suavidad, y al perfume. Esta canción me hace plantearme porqué no me gustan sólo las mujeres, si los hombres no las llegan ni a la suela de los zapatos (de tacón, obviusly) en excitantes.

Y a pesar de todo, la pobre Kate Perry dice que no fue intencionado ni planeado, que sólo fue un beso inocente para probar. A mi no me las das con esas querida, no, no, no. Y a nota complementaría, vaya orgía de video que se da.