¡Ya era hora! Os recuerdo que todo tiene un cómo y un porqué, y mi idea del porqué está aquí. Pero, porqué cambiar, fue lo que alguien preguntó cuando hablé de porqué se está gordo. Y entonces le respondí que le faltaba el cómo, el cómo es ser gordo.

Y es que lo siento mucho si alguno se compadece de mí, pero ser gordo, gordo de verdad, no de esos que se miran y dicen "Uy, me sobran unos kilitos" es una mierda. Y mucho más, nacer gordo.

Diré un tópico, pero en el colegio se meten contigo. Te miran con asco, se ríen de ti y no le gustas a ningún chico. Mientras todas las chicas encuentran sus primeros novios, tu escuchas como tu mejor amiga (si, la delgada) te cuenta como la besa el chico de tus sueños (ese que hoy toca en una banda pop de éxito).
Ir de compras es un suicidio para el ánimo, pues aunque te gusta este y el otro pantalón, no te entran ni te entrarán ni en una oreja. Y además siempre te eligen la última en los equipos de gimnasia (otro tópico, lo sé). Creo que no os cuento nada nuevo.

Voy a ponerlo más rencorosamente interesante. Tu padre te llama foca monje, y te dice que como sigas así no vas a entrar por las puertas. Tu madre te pone a dieta una y otra vez, esperando que no te la saltes nada más salir por la puerta. Tú lo intentas, pero ver que todo el mundo come duele mucho, así que caes una y otra vez. De todas formas adelgazas, lento, pero adelgazas. Te ves bien y todo. Pero echas de menos las bolsas de 3D. Te dicen que puedes comer de vez en cuando, y como "de vez en cuando" suena tan relativo, a la semana ya no hay dieta.

Sueñas con irte de casa y autoorganizarte para adelgazar, porque cómo lo organiza tu madre no te gusta. Sueñas con ser modelo de pasarela y tener un novio dulce. Pero abres los ojos y sigues tu solo y enorme. Y con el tiempo, asumes que nunca nada va a cambiar. Aunque en tu futuro con una gran casa, un gran trabajo y un gran novio, no sabes porque te sigues viendo delgado. Y a tu madre y a tu padre felices.

Pero sabes que el peso no da la felicidad. La pizza cuatro estaciones por el contrario, sí.