Más películas. Dos al precio de una: Quemar después de leer y Revolucionary Road. Cada cual más mala. Os voy a fastidiar el argumento, así que si las queréis ver, no sigáis.

Cada año sale alguna película americana sin argumento, sin principio ni fin, sin gracia y sin sentido alguno. Y no, no es una comedia tonta, sino un drama absurdo y aburrido, en el que con mala suerte sale sangre, algún asesinato desagradable y un final inconcluso en el que dices “Ok, ¿qué vi?” Por fortuna por estas no pagué.

No entiendo porque el cine americano intenta ser lo que no es. Las películas son lineales y simples, pero correctas y entretenidas. A mí me gustan las películas americanas, y si quiero ver algo complicado, sin sentido y desagradable, pues me pongo cine europeo. A veces lo hago, pero desde luego no me gustan las sorpresas y si me pongo una peli con George Clooney y Brad Pitt, espero que me hagan reír y no quien sabe que cosa en la que uno acaba corrido a tiros por el otro. Si seguimos así, no sé que será de mis aburridas noches.