Ser o no ser, creer o no creer, caminar o correr, huir o seguir. La vida está llena de decisiones, unas más importantes que otras, unas más valiosas que otras, unas más relevantes que otras.

Todo esto comenzó por culpa de Marta (para los que conozca a Meb, no, ella no, otra Marta), que vio El otro lado de la cama, escuchó esa frase, y mientras hablábamos de términos profundos sobre el amor, nos la soltó a Álex y a mí.
Tiempo después, hablando de cosas similares, yo se la solté a Marco, y al parecer, con él, hizo efecto.

Y claro, tarde o temprano, olvidando el tema del amor, y centrándonos en cosas más mundanas, un día, hablando con Matías de "muchas cosas" (lo dejamos ahí, no sea que nos metamos en terrenos pantanosos), me soltó una de esas preguntas de las que no me olvidaré jamás. "Vos sos bi?" Directamente, sin anestesia ni nada. Lo pensé un rato, le dije "Creo que si" y lo seguí pensando hasta que logré quitar el "creo que" a la frase. Y así es como una termina, sin querer, volviéndose un colectivo, una causa, un derecho, una protesta, una ley... Un montón de cosas que no me interesan y que no soy. Además de descubrir, que ser homosexual en este mundo es mundo es muy confuso, y que por lo tanto, y hasta que las circunstancias no cambien o el tiempo y la pérdida de las distancias demuestren lo contrario, soy más bien tirando a heterosexual.