Hagas lo que hagas sonríe, nunca se sabe donde está la cámara.

Una vez descubrí que cuando presentaba cosas en audio, si sonreía al decirlas, quedaban mucho mejor. Todo queda mucho mejor con una sonrisa. Aunque no tengamos ilusión ni ganas de mostrarla, una pequeña sonrisa, creada a partir de cualquier mínimo pensamiento de felicidad, vale millones.

Con una sonrisa, hacemos sonreír al de al lado y eso, nos hace sonreír más aún. Con una sonrisa nos vibra el corazón, nos sentimos un poquito mejor. Da igual cuantas arrugas cree, reír nos hace libres, bellos y felices y no debemos renunciar a eso nunca. Ocultar una sonrisa es ocultar un tesoro.

Yo creo que ese es el secreto de la felicidad, reírse de todo lo risible.