Soy como soy, aunque aún no sé como es eso. Y es que yo, otra cosa no tendré, pero desequilibrio para dar y tomar. A veces muy feliz y muy bien. A veces muy triste o enfadada y muy mal. A veces muy generosa, a veces muy egoísta. A veces muy ordenada, a veces muy desordenada. A veces muy delicada, a veces muy dura. A veces muy lista, a veces muy idiota. A veces muy sincera, a veces muy mentirosa. Y no varía esto en épocas, meses, semanas o días. No, esto cambia por minutos, horas y segundos. Basta una canción, unas palabras de alguien comprensivo (o alguien borde, según lo que se quiera) y todo cambia.

Soy inestable, de equilibro frágil, tropiezo a cada instante, a veces me levanto rápido, a veces tarde, pero hasta hora, nunca han logrado que no me levante.