La música; que para unos es la vida, sólo hablan de eso y quién no escucha su música no está en su mundo; que para otros muchos no es casi nada, la escuchan cuando toca y pocas veces la disfrutan; para mí, es como la huida a otro mundo, la escapada mental, la alegría o la pena temporal. Por eso, por las mañanas, como muchos otros, voy escuchando música. Música de esa que te hace dar fuerte cada paso que pisas, de esa que te anima a levantarte, aunque las razones se estén acabando, de esa que si no fuera porque el tren va lleno de gente, te haría cantar y bailar hasta agotar toda la energía que necesitas para ese día tan largo que te espera. Esas canciones se merecen un homenaje, aunque mañana ya no sean tan alegres ni suenen tan alto en el corazón. Así que inauguro sección, dedicada a lo que escucho cada mañana.

Hoy, Tarde de domingo rara, de Amaral. Mira que este grupo dejó de ser de mis favoritos hace mucho, pero esta canción, será por la batería, por el ritmo, por el Sinceramente da lo mismo, que importara quien pierde o gana, si nunca nos jugamos nada o por el ¿Qué esconden las palabras que decimos sin pensar? ¿De que hablan las canciones que no paro de escuchar? Dicen siempre lo mismo, dicen que mi inocencia, se ha perdido, y ya no hay vuelta atrás. La cosa es que es la leche, ahí os la dejo.